Cuando un corazon se rompe, siempre o casi siempre puede arreglarse.



martes, 28 de febrero de 2012

August-

Sus ojos verdes, como dos pelotitas de ping pong, picando en mi cabeza. Y yo muriendo de ganas de jugar al ciclope con ella. De dibujar su boca con mi dedo, para luego desdibujarla y volver a comenzar. Estrellar mis labios en los suyos, recorrer sus mejillas y terminar en su cuello, evitando dejar evidencia alguna de mi paso por esas tierras. Mis manos, subiendo y bajando lentamente por su cintura, tomando con fuerza, lo que por algun buen rato es mio. Mio, si mio. No tengo interes de compartir este momento con nadie mas. Ya va amaneciendo y solo puedo sonreir. Aunque no lo sepas, al menos hasta ahora, me hace bien verte. Me hace bien que despejes mi cabeza, que me lleves lejos de aca. Espero que alguna vez, yo tambien pueda hacerte bien y logre sacarte (al menos por un ratito) de todo...

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