Cuando un corazon se rompe, siempre o casi siempre puede arreglarse.



miércoles, 27 de abril de 2011

El exilio de Sucre, horas antes del diluvio-


Okey. Llegamos al final del viaje y aun no hemos podido conocernos. Acaso no nos alcanzo el tiempo que llevamos flotando en nuestras orbitas?. Te siento tan cerca mio que si estiro mi mano hasta la mesita de luz y la meto dentro del cajon, podria sacar una copia tuya a escala. Creo que hubiera sido mejor desaparecer. Apagar la luz y simplemente desaparecer. Otra ciudad, otro pais, otro planeta quizas. Rehacer nuestras vidas una y otra vez. Pero que injusticia sería no? Tenerte solo para mi. No compartir tus horas con nadie mas. Que injusticia sería dejarte en mi mesita de luz para que estes al alcance de mi mano. Que injusto sería dar por ganada una batalla que nunca comenzo. Que injusto sería que pienses tanto en mi como yo pienso en vos-

martes, 19 de abril de 2011

La primer batalla de la calle Sucre-


Corria septiembre de 1959, cuando dos jovenes victimas del amor decidieron escaparse hacia un rumbo incierto. Por mas que sus respectivos familiares, amigos y otros allegados a la pareja declararon que no eran victimas sino victimarios del amor, ellos siguieron curso haciendo caso omiso a los nuevos sentimientos que iban surgiendo con el correr del tiempo. En esta durisima guerra contra la negacion al amor siempre estuvieron de mas los "Amotes", los "Extrañotes" y los tambien conocidos "Gracias por no querer salir de mi cabeza". Sin embargo, una tarde de octubre de esas que nunca existen en plena primavera, debajo de sus capuchas, dispararon por primera vez una rafaga de besos que duro aproximadamente lo mismo que dura una tarde lluvia en otoño.
Fue tal el bombardeo, que ninguno salio ileso de la cama que los protegia. Ya no habia corazon coraza que los aisle de cualquier deshacierto amoroso ni que los proteja del terrible desamor que los esperaria en su proxima batalla...