El problema de la noche es recordarte hasta el momento justo en que mis ojos se cierran a la fuerza, a partir de ahi comienza el conteo para que vuelva a verte, quizas mañana, quizas pasado, quizas, quizas, quizas.
60, 59, 58...3, 2, 1, y vuelvo a despertar, miro por la ventana y todavia sigue siendo hoy; vuelvo a la cama, te muevo a un costado y te observo detenidamente. Te beso la mejilla y cierro los ojos nuevamente. Ojala nunca te vayas de mi lado...
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