Cuando un corazon se rompe, siempre o casi siempre puede arreglarse.



martes, 13 de septiembre de 2011

Ceremonia-


Solte mis amarras y me deje arrastrar por la corriente. Quise escapar. Olvide mi ancla en el puerto y tambien olvide tus cartas. Gritaste por mi, lloraste por mi, pero hice oidos sordos y sumergi mi cabeza bajo el agua. Solte todo el aire y quise ahogarme, pero fracase. No sirvo para el suicidio. Soy un cagon. Asi fue como me dijiste vos. Cagon. Que no tengo valor de decir las cosas en su momento, que no sirvo para amar. Cagon. Y lo repetiste varias veces. La tormenta me persigue. Supongo que es mi castigo por escapar...

1 comentario:

  1. la músiquita bajita acompaña tan bien la lectura de tu blog, con un budín. sencillamente ¡me encantó!
    un abrazo grandote

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