Cuando un corazon se rompe, siempre o casi siempre puede arreglarse.



lunes, 11 de marzo de 2013

Pistacho-

Es un hecho ya conocido mi extrema necesidad de verbalizar todo lo que circule en mi cabeza. Por lo que voy a describir una noche atipica de lunes. Estoy sentado frente a un gigante plato de fideos con aceite y estoy mas que seguro que la mitad o quiza menos van a terminar en el estomago de mi perra. Entre bocado y bocado aprovecho para colorear un poco. Tengo una pinceleta bastante gastada que uso para pintar con colores oscuros mis alcancias. Y mientras escucho Mogwai no puedo dejar de pensar que llevo meses sin escribir. Una vil mentira. Tengo una maraña de palabras tejidas en mi cabeza, que cuando tengo tiempo libre me encargo de unir o de desatar, depende el momento. Lo importante es que despues de tanto intentar de armar mis ideas, mi lunes se volvio martes y es hora de apagar y volver a enmarañar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario